Obra de danza contemporánea
El escenario está lleno de revistas y VHS. Estoy en el proscenio sentada en una silla de escritorio con rueditas tomando agua de una botella de champagne. Va entrando el público de a poco. Me agito pero respiro profundo y logro calmarme. Apagón. Una tenue luz me ilumina la cara. Le pongo play a mis auriculares y escucho el trueno que da inicio a la canción. “Algo me dice que ya no volverás, estoy seguro que esta vez ya no habrá marcha atrás”. Canto la canción mientras tomo “champán”. La gente se ríe. Camelia está sentada en una silla como la mía de espaldas al público y de frente a una puerta semi abierta, mirando con nostalgia la luz que entra.
Una obra tragicómica de danza contemporánea. Una historia de amor entre dos mujeres. Se conocen en un casting, se suben al subte y se enamoran. Un enamoramiento sutilmente escondido. Viven su historia de amor a través de canciones románticas de los años ‘90. Bailan lo que suena en sus auriculares. Nunca se los sacan. Traducen torpemente las canciones a través de gestos, dibujos en el aire, patrones de movimiento y parafraseando las letras en voz alta para comunicarse entre sí y con el público. En algunas escenas son sólo ellas las que escuchan la música y en otras liberan las canciones para que lxs espectadores puedan escucharlas. ¿De qué manera impacta en el público verlas bailar sin escuchar la música que las mueve? ¿cómo es verlas moverse sin escuchar lo que escuchan y escuchando sus respiraciones y los sonidos del movimiento? ¿Qué interpretan los espectadores con la compañía de la música? ¿Qué otros sentidos se abren? ¿Cómo impacta en sus danzas escuchar la música sin poder escucharse entre sí? ¿Cómo es bailar sin escuchar al público? ¿Cómo es bailar literalmente lo que dicen las canciones? ¿Cómo es ver al público reirse sin escuchar sus carcajadas?
A través de la utilización de recursos del playback, el cine mudo, la traducción, el humor, el teatro físico y la sonidista operando en vivo, Rivaival ofrece una experiencia perceptiva donde los desvíos, contrastes y corrimientos harán mover al público a carcajadas.
Playlist:
– Vuelve, Ricky Martin.
– Nunca te olvidaré, Enrique Iglesias.
– I want it that way, Backstreet Boys.
– Sometimes, Britney.
– I´ll never break your heart, Backstreet Boys.
– Por amarte así, Christian Castro.
– La llave, Abel pintos.
– A puro dolor, Son by Four.
– Te extraño, te olvido y te amo, Ricky Martin.
– Por qué es tan cruel el amor, Ricardo Arjona.
– Atado a tu amor, Chayanne.
– Pero me acuerdo de ti, Christina Aguilera.
– Yo te voy a amar, NSYNC.
– Te amo, Franco De Vita.
– Tú, Noelia.
– Coleccionista de canciones, Camila.
– La incondicional, Luis Miguel.
– Y, ¿Si fuera ella?, Alejandro Sanz.
– Fuego de noche, nieve de día. Ricky Martin.
– Amiga mía. Alejandro Sanz.
– Hasta que me olvides, Luis Miguel.
– Vivo por ella. Andrea Bocelli y Marta Sánchez.
– Aunque no te pueda ver, Álex Ubago.
– No me doy por vencido, Luis Fonsi.
– Me va a extrañar. Ricardo Montaner.
– Me dediqué a perderte, Alejandro Fernandez.
– Perdón, perdón. Ha*Ash.
– Bailar pegados, Sergio Dalma.
– La cosa más bella, Eros Ramazzotti.
– Desesperada, Marta Sánchez.
– Solo se vive una vez, Azucar Moreno.
– Azúcar amargo, Fey.
– Lloro por ti, Enrique Iglesias.
– Te voy a amar, Axel.
– Y qué?, Axel.
– Nada, Ricky Martin.
Idea, Interpretación y Dirección: Malena Albarracín y Camelia Córdoba.
Asistencia: Julia Dulitzky
Vestuario: Merlina Molina Castaño.
Fotos: Lionel Wainsztok.
Diseño: Darío De Luccas.
Ciclo de funciones en El Piso Teatro 2016.
Duración: 1 hora.