TAURA es una dispositivo de entrenamiento e investigación que usa al tango para explorar las fricciones entre lo somático y lo erótico, entre lo sensorial y lo performático, entre la fragilidad y el desparpajo. Nace de la necesidad de sublimar los maltratos que a diario sufrimos en las milongas (eventos donde se baila tango) simplemente por ser mujeres y querer bailar. Se trata de derribar barreras estereotípicas y redefinir conceptos y maneras de hacer impuestas por la tradición, rehabitando el tango e incidiendo en su valor cultural y relacional. Construimos nuestros Drag Kings tangueros para (re)apropiarnos de esta danza de pareja enlazada del Río de La Plata y permitirnos el lujo de bailar entre nosotras.
Taura es la instancia escénica del “Disforia tango”, un proyecto dancístico-filosófico que rescata la tradición queer del tango para (re)pensar, develar y trastocar ciertas polaridades y jerarquías recurrentes en torno al cuerpo, al género y a la experiencia escénica.
La estructura de la pieza consta de un dispositivo escénico en formato de gimnasio para tangueros sensibles que investiga maneras alternativas de hacer tango a través de la preparación física y el drag king. Un trío de tango intermitente que entrena, explora, analiza, práctica, abraza, perfecciona, lee, toquetea, rechaza, estudia, traiciona, pregunta, memoriza, llora, corrige, insiste, draguea, olvida, prueba, desilusiona y baila tango. Es una preparación larguísima, demorada, deformada, que culmina con un tango entre mujeres en silencio donde se ilumina el abrazo y se escuchan los pasos.